En tiempos de las primeras culturas de la serranía ecuatoriana, encontramos hallazgos de lo que alguna vez fue un lugar estratégico para lo que alguna vez significó una cultura llena de riquezas culturales así como un lugar lleno de ritos, sacrificios, propios dentro de la misma para defensa de los atacantes y sistemas de comunicación únicos donde la medicina, la ciencia y el arte fueron para esa época uno de los descubrimientos más relevantes que tiene la cultura Pucará que reinó en el desarrollo de las culturas Quitus y Caranquis, en principio utilizada como defensa militar y después ser parte del aspecto ritual, el sector de Rumicucho, está ubicado en la mitad del Mundo a media hora donde el clima y las condiciones de vida dan todas las explicaciones del por qué fue un lugar netamente estratégico para indios, Quitus y Caras.
Primero por el hecho de localizarse en una especie como de meseta en donde se podía divisar desde todos los puntos del sector los que serían los enemigos para en función de su defensa, segundo por tener un espacio piramidal muy alto a manera de terraza para la defensa de invasores, aunque en estos casos todo ha sido modificado), y tercero por caracterizarse por el terreno, de tener una distribución completamente alargada en las direcciones de norte a sur con una complejidad única en formas y tamaños de las terrazas que alguna vez sirvieron de rituales para ceremonias ancestrales y sistemas complejos de defensa de arriba a abajo, hasta completar con las últimas terrazas (es decir las inferiores como habitaciones domésticas) , con una complejidad que hasta ahora tiene esta cultura, lo que se conoce es que este lugar tuvo su importancia por el nivel defensa, es decir, por el lado militar, por el habitacional, y por último por el habitacional que de manera difícil pero segura ocupaban a lo largo y ancho del piso quinto, prestándose este lugar como sector estratégico para intereses de convertirse en lugar habitacional de las culturas, Inca, caranqui, Quitus, y Panzaleos.
Primero por el hecho de localizarse en una especie como de meseta en donde se podía divisar desde todos los puntos del sector los que serían los enemigos para en función de su defensa, segundo por tener un espacio piramidal muy alto a manera de terraza para la defensa de invasores, aunque en estos casos todo ha sido modificado), y tercero por caracterizarse por el terreno, de tener una distribución completamente alargada en las direcciones de norte a sur con una complejidad única en formas y tamaños de las terrazas que alguna vez sirvieron de rituales para ceremonias ancestrales y sistemas complejos de defensa de arriba a abajo, hasta completar con las últimas terrazas (es decir las inferiores como habitaciones domésticas) , con una complejidad que hasta ahora tiene esta cultura, lo que se conoce es que este lugar tuvo su importancia por el nivel defensa, es decir, por el lado militar, por el habitacional, y por último por el habitacional que de manera difícil pero segura ocupaban a lo largo y ancho del piso quinto, prestándose este lugar como sector estratégico para intereses de convertirse en lugar habitacional de las culturas, Inca, caranqui, Quitus, y Panzaleos.